Blog

Patricia Tudó, consultoría en psicología legal

Patricia Tudó, consultoría en psicología legal

¿Se puede ser abogada y psicóloga? Tras más de 15 años de experiencia lo afirmo rotundamente: la psicología legal es fundamental hoy día para que nuestra salud no se vea resentida.

En el mundo de la abogacía vivimos altos niveles de estrés que nos impide abordar determinadas situaciones que acaban desgastándonos por completo. Es más, cerca del 85% del sector sufre estrés. El desgaste en la abogacía es más que real y cada día más palpable. Sin embargo, no todos se atreven a verbalizarlo por miedo al qué dirán o sentirnos débiles ante los demás. Largas horas de trabajo, plazos que se posponen o que se aceleran y que nos cambian la rutina, llamadas y mensajes a deshoras de clientes, intrusión de la vida profesional en la familiar y así un largo etcétera.

Estos tipos de problemas de distintas categorías (traumatológico, cardiovascular o psicosocial) generan altos niveles de estrés y ansiedad que si no los atacamos nos vemos consumidos en ellos. Lo bueno es que hay una parte buena y cada vez valoramos más nuestra salud mental y sabemos buscar ayuda en un profesional que nos entienda, que además de ser psicólogo sea abogado.

El estrés y la ansiedad son los principales problemas de los abogados españoles

Ante esta situación decidí replantearme mi carrera y cuidar más la parte emocional que estaba olvidando. En este sentido, la consultoría en psicología legal nos brinda grandes posibilidades de potenciar y fortalecer nuestras habilidades humanas, tan necesarias en nuestra profesión. Trabajar nuestra dimensión psicoemocional nos permite conectar de manera empática con nuestros clientes y fortalecer nuestra relación con los colegas de despacho.

La consultoría en psicología legal nos ayuda a afrontar mejor los desafíos que vivimos a diario en el despacho, en el juzgado u otras situaciones similares trabajando desde 3 aspectos fundamentales: liderazgo, gestión psicoemocional y gestión del tiempo.

  1. Liderazgo: metodología propia para habilidades profesionales específicamente diseñadas para la abogacía. Marca personal. Mentorización abogacía joven. Plan de sucesión del despacho. Conflictos con socios. Gestión del personal.
  2. Gestión psicoemocional: el estrés y el desgaste profesional en la abogacía. Estados de ánimo. Autoestima. Resiliencia. Asertividad. Terapia psicológica para casos de salud mental de la abogacía.
  3. Gestión del tiempo: cómo identificar tus ladrones del tiempo. Reducción de la jornada de hasta el 40% con herramientas personalizadas. Conciliación vida personal. Metodologías ágiles. Utilización de las legaltech.

La pregunta que quiero hacerte (respóndete a ti mismo con sinceridad) es la siguiente: ¿Vives para trabajar o trabajas para vivir? Según la generación en la que hayas nacido tu respuesta a esta pregunta será de una u otra manera. Por ejemplo, nuestros jóvenes actuales piensan en trabajar para vivir cuidando mucho más su aspecto psicoemocional. Nos le tiembla el pulso en irse de un trabajo donde no se sienten valorados ni respetados por el hecho de “hacer currículo”.

Lo que busca la consultoría en psicología legal es la transformación a nivel personal y laboral del abogado, ya sea a nivel individual o de manera grupal en despachos de abogados.

Nos permite cambiar y transformarnos para mantener relaciones más sanas con nuestros clientes, con nuestros compañeros de despacho y con nuestra familia dando especial importancia a nuestras capacidades emocionales y relacionales a través del fomento de las “habilidades blandas”, imprescindibles en tiempos convulsos como los que vivimos.

Ser abogado hoy, en pleno siglo XXI, va más allá de tener un título o cursos de especialización. El abogado de hoy, que es capaz de mirarse a sí mismo y reflexionar y darle nombre a sus emociones y gestionarlas, sabe cómo escuchar a los clientes frustrados y poner límites, sabe cómo distribuir su tiempo de manera eficaz logrando ser más productivo a lo largo de su jornada laboral y sabe desconectar y descansar su mente. Para ello es preciso o bien fomentar tus habilidades personales o bien desarrollarlas porque nadie nace sabiendo.

Y eso es precisamente lo que hago en Gabinete Patricia Tudó. Te planteo las siguientes preguntas para que podamos empezar a trabajar juntos:

  • ¿Qué abogado quieres ser?
  • ¿Cómo quieres contribuir a mejorar el futuro de tu profesión?
  • ¿Quieres conectar con el abogado con el que soñabas al empezar la carrera o cuando aún pensabas en el colegio tu futuro abogado?

ÚLTIMAS NOTICIAS

SERVICIOS