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El acuerdo de coaching: Cómo empezar a cambiar tu vida

El acuerdo de coaching: Cómo empezar a cambiar tu vida

La relación entre el coach y el coachee está basada en la confianza. Para ello previo al proceso de coaching se establecen unas bases que sientan cómo se desarrollarán las sesiones. Lo que el cliente puede esperar del coach y viceversa. Se llama “el acuerdo de coaching”.

El coaching o entrenamiento es un acompañamiento de una persona llamada coach o entrenador a otra llamada coachee o cliente.

Esta relación de acompañamiento tiene una connotación de proximidad privilegiada que no está relacionada con ninguna otra de asesoramiento profesional ni terapia psicológica, en este sentido, Coach y coachee están al mismo nivel.

Las sesiones pueden discurrir de dos formas diferentes atendiendo al momento temporal y al fondo de lo que se pretenda trabajar:

Como proceso de coaching a corto-medio plazo

En este caso el proceso de coaching tiene una duración total media de entre tres y seis meses. La frecuencia de las sesiones son semanales o quincenales. Este proceso de corto – medio plazo se realiza cuando la persona quiere realizar un cambio en su vida personal, familiar o laboral y se encuentra en un bloqueo ya sea emocional o de estrategia.

En el caso del bloqueo emocional las emociones le bloquean o le restan

En el bloqueo de estratégia no tiene un plan de acción para realizar su objetivo o si lo tiene, no lo ejecuta

El 25% de los fracasos están causados por la falta de motivación.

Como acompañamiento a largo plazo

En este supuesto la persona no necesita realizar ningún cambio en su vida, pero sí una motivación puntual y cíclica. Hablamos entonces de un entrenamiento de una sesión al mes. En este punto se encuentran aquellos que ya han realizado su proceso de coaching y han conseguido su meta, pero necesitan una píldora mensual. Un recordatorio o un “chute” de motivación. A veces el coachee confiesa que el hecho de tener la sesión dentro de poco le hace ponerse en acción “ por vergüenza de tener que decirle al coach que no ha hecho nada”.

Otras personas no han realizado ningún proceso de coaching y simplemente necesitan contar con una persona a la que acudir una vez al mes para resumir lo que les ha ocurrido durante ese mes, realizar un seguimiento a sus planes de acción mensuales o plantear qué motivación necesitan para un asunto concreto.

Tener un coach a largo plazo ayuda por tanto a organizarse mentalmente y a tener planes de acción por lo que se tiene un control de la vida y se toma consciencia de que se van consiguiendo objetivos vitales.

Este entrenamiento comienza por un documento que se llama “acuerdo de coaching”. En él, el coach se presenta y le comunica al coachee que aprecia que lo haya elegido como entrenador. Explicamos su contenido en 10 puntos:

1. Indica su forma personal de hacer coaching

Relata su misión como coach de asistir a personas para que desarrollen todo su potencial. Cada coach tiene un estilo y una misión propia, por lo que es importante que el cliente la conozca y vea si está alineada con la misma.

2. El coach explica que el coaching es una metodología que surgió en la empresa (basada en el método socrático) y de ahí paso a aplicarse al plano personal

Describe que es un arte para que las personas consigan lo mejor de sí mismas, pero que como técnica empresarial, está enfocada a la acción y a la consecución de resultados.

3. Establece la diferencia como método procedente del mundo empresarial y no como proceso clínico ni terapia psicológica

No es para curar, sino para aumentar resultados aplicando unas herramientas muy concretas y específicas de coaching.

4. Desarrollo de las sesiones de coaching. Presenciales de forma preferente, aunque excepcionalmente pueden realizarse por Skype

Aconseja que se comience el proceso de forma semanal, para después espaciarse las sesiones a medida que se vayan adquiriendo resultados.

5. Acudir a las sesiones con una agenda

El acuerdo de coaching puede recomendar a su vez llevar un esquema de los puntos que quieren verse en la sesión. Con ello el proceso será mucho más corto y efectivo.

6. Actitud relajada en la sesión. Apagar el teléfono móvil

Salir del automático. Es una hora de desconexión con el mundo exterior. La conversación que va a tener lugar no es “de barra de bar” sino de introspección. Por ello, la concentración es clave para el desarrollo óptimo de la sesión y la realización correcta de los planes de acción.

7. Disponibilidad del coach en cualquier momento

Al tratarse de un entrenamiento, el poder ponerse en contacto con el coach entre sesiones, está dentro de la naturaleza del proceso. El contacto no el coach no se limita a las sesiones. Muchos coaches regulan un proceso de “feedback” vía mail o telefónico para ello.

8. ¿Qué puedes esperar de mí?

En este punto del acuerdo de coaching, el coach relaciona sus principios de confidencialidad, de no juzgar, de escucha activa. Le brinda su sinceridad, que no espere oír lo que quiere oír, ya que el proceso de coaching no es regalar palabras al oído conseguir resultados.

9. Responsabilidad y motivación en el proceso

El coach explica como le animará a definir objetivos y metas y a desarrollar lo que quiere hacer realmente en la vida. Para ello cambiará el enfoque y le hará ver la vida como protagonista. No pondrá en él nada que no tuviera antes, solo lo pondrá a trabajar en su beneficio.

10. ¿Qué espero de ti?

Espero lo mejor de ti. Que estés dispuesto/a a ser “caballo ganador”. Comparte conmigo todo lo que consideres, sintiéndote libre, en confidencia. Que estés abierto/a al cambio. Te ayudaré con la valentía y la constancia que te falte.

Deseo que realices las actividades que diseñemos, que establezcas metas ambiciosas, pero también espero que no hagas más cosas de las que puedas, y que tengas el control de tu tiempo. Que te comprometas firmemente con tus objetivos. Despréndete de las fuentes negativas de tu vida.

¡Qué busques ser mejor persona cada día!

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